Siempre he notado una irresistible tendencia a ir en contra de las masas, porque las grandes masas suelen ser irracionales y suelen estar equivocadas. Por eso simpatizo con ese tal Santi Santamaría, que para hacer propaganda de su nuevo libro lleva unos días diciendo que la comida que hace Ferran Adriá es mierda.
Al tal Santamaría le han respondido 800 cocineros, furiosos, todos a una, llamándole de todo. Es curiosa esa unanimidad en la alta cocina. Tan curiosa, que no se explica por qué ven necesario salir como un solo hombre a criticar a Santamaría y nunca han salido, por ejemplo, a criticar a Karlos Arguiñano, Martín Berasategui, Pedro Subijana o Juan María Arzak cuando fueron acusados de financiar el terrorismo. Cuestión de prioridades a la hora de hacer manifiestos.
Al tal Santamaría le han respondido 800 cocineros, furiosos, todos a una, llamándole de todo. Es curiosa esa unanimidad en la alta cocina. Tan curiosa, que no se explica por qué ven necesario salir como un solo hombre a criticar a Santamaría y nunca han salido, por ejemplo, a criticar a Karlos Arguiñano, Martín Berasategui, Pedro Subijana o Juan María Arzak cuando fueron acusados de financiar el terrorismo. Cuestión de prioridades a la hora de hacer manifiestos.