No sé por qué hay gente a la que el gobierno Maragall le ha parecido esperpéntico, lamentable, lo nunca visto. Que yo recuerde, ha sido exactamente igual de esperpéntico y lamentable que el pujolismo, sólo que con algo más de atención mediática y con la voluntad de pasar de las palabras a los hechos: el CAC ya existía con Pujol, pero Maragall le ha dado atribuciones tangibles; las oficinas de garantías lingüísticas ya existían con Pujol, pero con Maragall han ejercido su capacidad sancionadora.
Lo único esperpéntico y realmente distinguible del pujolismo que haya hecho Maragall, lo hemos visto ayer: convocar las elecciones para un miércoles.
Lo único esperpéntico y realmente distinguible del pujolismo que haya hecho Maragall, lo hemos visto ayer: convocar las elecciones para un miércoles.
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Continúa abierta la sección Diálogos con el pedante hasta esta medianoche.