jueves, septiembre 07, 2006

Caso Kampusch... y la Universidad Autónoma de Barcelona, fatal (2)


Aún sorprendido por el patinazo de La Tarde con Cristina López Shcrlshging, me pregunto: ¿ha sido un patinazo puntual, o ha habido más gente que haya caído en la trampa del psiquiatra de Natasha Kampusch? Pues sí, alguno más ha picado, pero no ya haciendo un patinazo, sino un salto mortal con tirabuzón y medio.

Seguro que han oído alguna vez eso de "el que vale vale, y el que no, a Empresariales". En Barcelona tenemos una versión añadida: "Y el que no vale para Empresariales, a la Autónoma". La Universidad Autónoma de Barcelona está en Bellaterra, en medio de ninguna parte, a unos ¿20? kilómetros de Barcelona, y tiene fama, sin duda injustificada, de ser una universidad especialmente hippiosa, especialmente permisiva y de menor calidad que la Universidad de Barcelona a secas (Pero lo desmiento completamente: es igual de hippiosa, igual de permisiva y de la misma calidad que la Universidad de Barcelona).

El caso es que buscando, buscando, uno puede llegar a leer esta cagada del doctor Francisco Viñals Carrera, director del master de postgrado de Grafística, Grafopatología y Grafología Forense de la brillanta Universidad Autónoma de Barcelona. Las afirmaciones del profesor Viñals son para tragar saliva:

"A pesar de las serias dificultades para poder examinar dicha escritura debido a la distancia del objetivo de la cámara, al menos podemos observar que las líneas son notablemente descendentes con irregularidades en su dirección, sobre todo por caídas como en la firma; ello unido a los tachones que también apreciamos apuntan más a la infravaloración del Yo y a un estado de ansiedad, incluso de culpabilidad –infundado- que a una convicción con las expresiones escritas que argumenta el comunicado manuscrito".

Esto confirma que hay que creer en la grafología, pero no en los grafólogos: la carta no la ha escrito la joven Kampusch, señor Viñals. Está usted describiendo grafológicamente al psiquiatra de la joven Kampusch. Una de dos: o el análisis grafológico es falso, con lo cual queda altamente desaconsejada la matriculación en el master que usted dirige, o el análisis grafológico es cierto, con lo cual el psiquiatra de la joven Kampusch debe retirarse ante su infravaloración del yo, su estado de ansiedad y su sentimiento de culpa.