martes, septiembre 26, 2006

Ganar elecciones y perder al billar


Después de la compra sorpresa del 10% de Endesa por parte de Acciona, podemos concluír que, en economía (y en su política antiterrorista, y en sus pactos postelectorales, y en sus alianzas internacionales, y en...), Zapatero es como yo cuando juego al billar: en lugar de mandar la bola donde yo quiero, simplemente la golpeo y luego voy donde va la bola. Mucha influencia sobre Gas Natural, muchas trabas de la Comisión Nacional de la Energía, mucho "patriotismo empresarial" (sic), mucho pacto entre bambalinas con la pobre Angela Merkel, mucho cambio de bando a última hora, mucho final feliz, y ahora viene un empresario, al margen de la administración pública y sus chanchullos, y paga 32 euros por acción. ¡Viva el libre mercado, sin políticos chupópteros supervisores!


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Otro caso claro de político chupóptero es el consejero catalán de Economía y Finanzas (¿qué será eso de "y Finanzas"?), Antoni Castells. Resulta que al keynesiano Castells le parece muy mal que el gobierno autonómico de Madrid anuncie la rebaja en un punto del tramo autonómico del IRPF. Dice Castells que esa rebaja fiscal es característica y clásica de la derecha neoconservadora que encarna Esperanza Aguirre. Pues todo el neoconservadurismo sea ese, Castells. Ya sabemos que allá donde mande un socialista catalán no hay rebajas, salvo para los beneficiarios del 3%; lo sorprendente es la transparencia con la que Castells lo prueba.