"La Justicia no es más que la conveniencia del más fuerte", dice Platón.
"Donde reina la Justicia, obedecer es ser libre", replica James Montgomery.
"La Justicia sin la fuerza es impotente, y la fuerza sin la Justicia es tiránica", tercia Pascal.
David Madí, el grácil asesor de Artur Mas, viene explicando desde hace días que el PSOE debe desalojar de su cargo al Defensor del Pueblo por haber recurrido ante el Tribunal Constitucional el Estatuto de Cataluña, lo cual se añade al recurso presentado por el Partido Popular. Puesto que desgraciadamente ni Madí ni Mas han leído nunca a Montesquieu, ni tienen la menor simpatía por la cita anterior de Montgomery, tienen, como tiene todo el nacionalismo, la concepción de la justicia como un utillaje, como un elemento para hacer política. Para Madí y para Mas, como para todo el nacinonalismo, poco importa que el Estatuto sea o no constitucional (que no lo es, claro): lo relevante es que alguien ha optado por preguntar por el parecer de la justicia, como si el criterio del TC estuviese por encima del pequeño Ubú.
"Donde reina la Justicia, obedecer es ser libre", replica James Montgomery.
"La Justicia sin la fuerza es impotente, y la fuerza sin la Justicia es tiránica", tercia Pascal.
David Madí, el grácil asesor de Artur Mas, viene explicando desde hace días que el PSOE debe desalojar de su cargo al Defensor del Pueblo por haber recurrido ante el Tribunal Constitucional el Estatuto de Cataluña, lo cual se añade al recurso presentado por el Partido Popular. Puesto que desgraciadamente ni Madí ni Mas han leído nunca a Montesquieu, ni tienen la menor simpatía por la cita anterior de Montgomery, tienen, como tiene todo el nacionalismo, la concepción de la justicia como un utillaje, como un elemento para hacer política. Para Madí y para Mas, como para todo el nacinonalismo, poco importa que el Estatuto sea o no constitucional (que no lo es, claro): lo relevante es que alguien ha optado por preguntar por el parecer de la justicia, como si el criterio del TC estuviese por encima del pequeño Ubú.
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Hay que ver lo sonrientes que posaban hoy Tony Blair y el adolescente, quién iba a decírselo a Rodríguez hace tres años y medio.