Qué [baja] impresión está causando ahora mismo el único debate televisado entre los principales candidatos a la presidencia de la Generalitat. Y no por la emoción que suscita o el vibrante interés que está despertando, porque de hecho está siendo un tostón insoportable.
Soy algo malo como pitoniso, pero cómo se nota que Artur Mas ya tiene atado y bien atado el futuro apoyo parlamentario de José Montilla: no se están haciendo daño, no se están mordiendo, no se están peleando entre ellos más allá de usar al PP como sosa cáustica de sus discusiones y dirimir quién ha pagado más a las viudas catalanas, si el gobierno de CIU o el del PSC.
El debate es muy ilustrativo de cuanto va a ser la sociovergencia durante los próximos años: en Alemania es muy saludable una gran coalición, pero aquí en Cataluña será letal. Llevamos así 26 años, sin pugna entre gobierno y "oposición", salvo periódicos rifirrafes simulados, como la coña de hoy de las viudas.
Mas está destacando por su chulería implacable y su demagogia gratuita, a Montilla apenas se le ve tras el fajo de guiones, chuletas y publicaciones que tiene encima de la mesa, Carod parece "el mudito", Piqué no para quieto y el realizador le ha pillado metiéndose varios dedos en la boca mientras hablaban los demás, y Saura se ha quitado la corbata, por eso de que hoy toca hacerse el proletario antes de volver a su casita en Vallvidrera.
Ah, el sueño dorado de los comisionistas del 3%: se adivina un gobierno con el apoyo de 120 diputados y una oposición de unos 15.
Soy algo malo como pitoniso, pero cómo se nota que Artur Mas ya tiene atado y bien atado el futuro apoyo parlamentario de José Montilla: no se están haciendo daño, no se están mordiendo, no se están peleando entre ellos más allá de usar al PP como sosa cáustica de sus discusiones y dirimir quién ha pagado más a las viudas catalanas, si el gobierno de CIU o el del PSC.
El debate es muy ilustrativo de cuanto va a ser la sociovergencia durante los próximos años: en Alemania es muy saludable una gran coalición, pero aquí en Cataluña será letal. Llevamos así 26 años, sin pugna entre gobierno y "oposición", salvo periódicos rifirrafes simulados, como la coña de hoy de las viudas.
Mas está destacando por su chulería implacable y su demagogia gratuita, a Montilla apenas se le ve tras el fajo de guiones, chuletas y publicaciones que tiene encima de la mesa, Carod parece "el mudito", Piqué no para quieto y el realizador le ha pillado metiéndose varios dedos en la boca mientras hablaban los demás, y Saura se ha quitado la corbata, por eso de que hoy toca hacerse el proletario antes de volver a su casita en Vallvidrera.
Ah, el sueño dorado de los comisionistas del 3%: se adivina un gobierno con el apoyo de 120 diputados y una oposición de unos 15.