miércoles, noviembre 08, 2006

El ejército de Pancho Villa (II): Intereconomía


Hasta 1996, don Julio Ariza Irigoyen llevaba una sosegada aunque intensa vida como diputado autonómico del Partido Popular en el Parlament de Catalunya. Pero hete aquí que llegaron los pactos de Aznar con Pujol, la defenestración de Aleix Vidal-Quadras como presidente del PP catalán y la deserción de la mitad del grupo parlamentario popular en el Parlament.

Ariza fue uno de los que abandonó airado la política, tras unos años de entrega y compromiso absoluto con unas convicciones y unos valores, lanzados por la borda por el entonces aspirante a presidente del gobierno en cuestión de días con el pacto del Majestic. Y Julio Ariza cambió la dura vida del político antinacionalista despreciado hasta por el líder de su propio partido por una mejor remunerada dedicación a la gestión empresarial de su propio grupo mediático. Y así nació el Grupo Intereconomía.

Además de la revista de actualidad Época, el semanario cristiano Alba y algún intento de incursión en la televisión digital merced a las subvenciones de la liberal Esperanza Aguirre, el producto estrella de Julio Ariza es Radio Intereconomía. Es una emisora que a mí me encanta: información económica, información política, música clásica y antiprogresismo desenfrenado. Casi perfecto. Desentona en este punto el especialmente destacable papel del outsider casposo Enrique de Diego, un hombre que sin ningún complejo le grita ¡¡Guarra, guarra!! a la ministra Narbona en su programa del viernes pasado, lo cual de entrada puede estar muy bien, pero que sin ningún complejo también entrevista y pelotea a Goñi Tirapu, defensor del GAL condenado por el vídeo de Pedrojota y Exuperancia.

El Grupo Intereconomía tiene dos problemas, básicamente. Uno es la repetitividad de los opinólogos. Los mismos columnistas tiene Época como Radio Intereconomía, a todas horas y en todas las páginas. El otro problema es la pasta: no sé de dónde sacan el dinero, casi no tienen publicidad, y sería paradójico que el grupo mediático que alberga a más ultraliberales (además de ser también el que alberga a más ultraconservadores) se financiara principalmente por la vía de las subvenciones. Y es que, desde Hayek, la mayoría de liberales acaban trabajando gracias o para el sector público.

Intereconomía
Pros: Julio Ariza, Pedro Juan Viladrich, Aleix Vidal-Quadras.
Contras: Enrique de Diego, Ricardo de la Cierva y las incursiones ocasionales de Carmen Tomás.