No estoy de acuerdo con los progres más recalcitrantes cuando dicen que Pedrojota creó El Mundo y que por eso se cree Dios. Pedrojota no se cree Dios, pero anda cerca. Sí es cierto que El Mundo es un periódico hecho a imagen y semejanza de su director: con sus obsesiones temáticas estacionales, con sus frecuentes andanadas antinorteamericanas, con sus coqueteos progres los años pares, con sus coqueteos peperos los años impares. El Mundo se parece a su fundador hasta en la estética tan fea que tiene el periódico.
El diario de Pedrojota hizo los mayores favores a la débil democracia española descubriendo el caso GAL y destapando la cleptocracia del socialismo de marisquería de principios de los 90: justo es reconocérselo y elogiar su necesaria y contundente tarea, tan vilipendiada por los socialistas, quienes, en la cúspide de su afán de destrucción personal, intentaron conseguir la muerte civil de Pedrojota divulgando el vídeo del corpiño y la negra.
Dejando, pues, bien claro el mayor de mis elogios para el único medio de comunicación que, de una manera nítida y sin reservas se decidió a hurgar en el terrorismo de Estado, debo decir que no me gusta nada el señor Pedro José Ramírez Codina. Pero nada de nada. Pedrojota va de periodista independiente y ha hecho amigos y compañeros de fechorías en todos los partidos. Pedrojota va de rebelde frente al poder y despide a Jesús Cacho por meterse con Emilio Botín. Pedrojota escupe a Israel y publica auténticas barbaridades en defensa de la tiranocracia de Saddam Hussein.
Pedrojota siempre ha pretendido ser un Polanco, influír sobre todos y sobre todo, pero se ha quedado con las ganas, probablemente porque no tiene el mismo pasado franquista que Don Jesús. Es mentira que sea de derechas: simplemente es del color del dinero, y ahora mismo cree que puede vender más periódicos publicando cosas sobre el 11M, sean medias verdades, medias mentiras o estafas a sabiendas. Resulta difícil olvidar aquellos años tan cercanos en los que la cadena SER citaba, aireaba y defendía cada día las revelaciones del periódico El Mundo a cuenta de una posible conspiración... en la Asamblea de Madrid, en 2003. Las de entonces y las de ahora son todas infundadas, pero ello no importa.
Este El Mundo de ahora no me gusta. No me gusta ningún periódico actual, dicho sea de paso. Pero puestos a tergiversar y a intentar hacer negocio a costa de la verdad y la mentira, está mucho mejor hecho El País.
El Mundo
Pros: Victoria Prego, Arcadi Espada, Erasmo.
Contras: La elefantiasica carta del director de cada domingo, la edición catalana y Carmen Rigalt.
El diario de Pedrojota hizo los mayores favores a la débil democracia española descubriendo el caso GAL y destapando la cleptocracia del socialismo de marisquería de principios de los 90: justo es reconocérselo y elogiar su necesaria y contundente tarea, tan vilipendiada por los socialistas, quienes, en la cúspide de su afán de destrucción personal, intentaron conseguir la muerte civil de Pedrojota divulgando el vídeo del corpiño y la negra.
Dejando, pues, bien claro el mayor de mis elogios para el único medio de comunicación que, de una manera nítida y sin reservas se decidió a hurgar en el terrorismo de Estado, debo decir que no me gusta nada el señor Pedro José Ramírez Codina. Pero nada de nada. Pedrojota va de periodista independiente y ha hecho amigos y compañeros de fechorías en todos los partidos. Pedrojota va de rebelde frente al poder y despide a Jesús Cacho por meterse con Emilio Botín. Pedrojota escupe a Israel y publica auténticas barbaridades en defensa de la tiranocracia de Saddam Hussein.
Pedrojota siempre ha pretendido ser un Polanco, influír sobre todos y sobre todo, pero se ha quedado con las ganas, probablemente porque no tiene el mismo pasado franquista que Don Jesús. Es mentira que sea de derechas: simplemente es del color del dinero, y ahora mismo cree que puede vender más periódicos publicando cosas sobre el 11M, sean medias verdades, medias mentiras o estafas a sabiendas. Resulta difícil olvidar aquellos años tan cercanos en los que la cadena SER citaba, aireaba y defendía cada día las revelaciones del periódico El Mundo a cuenta de una posible conspiración... en la Asamblea de Madrid, en 2003. Las de entonces y las de ahora son todas infundadas, pero ello no importa.
Este El Mundo de ahora no me gusta. No me gusta ningún periódico actual, dicho sea de paso. Pero puestos a tergiversar y a intentar hacer negocio a costa de la verdad y la mentira, está mucho mejor hecho El País.
El Mundo
Pros: Victoria Prego, Arcadi Espada, Erasmo.
Contras: La elefantiasica carta del director de cada domingo, la edición catalana y Carmen Rigalt.