jueves, marzo 17, 2005

Se hace saber


Por orden de la alcaldesa de Badalona, Maite Arqué, se hace saber que queda prohibido hablar en castellano a todo funcionario municipal. Doña Maite, mujer a quien no le preocupa que su ayuntamiento haga empadronamientos multitudinarios de inmigrantes ilegales, ni las adjudicaciones en falso de pisos de promoción municipal, ni tampoco su tendencia a no contestar a las preguntas y solicitudes de los grupos de la oposición en los plenos del ayuntamiento, sí que tiene una honda preocupación por evitar que se utilice la lengua castellana.

Ni corta ni perezosa, esta admiradora de George Orwell obligará a que todos los concejales se expresen en catalán dentro y fuera del consistorio. Los funcionarios, además, deberán utilizar en sus comunicaciones orales únicamente el catalán, salvo que su interlocutor "no lo entienda manifiestamente" (sic). Es loable esta normativa de la señora Arqué, cómo vamos a permitir que los ciudadanos de Badalona oigan hablar a alguien del ayuntamiento en la lengua de Cervantes; Badalona, ese bastión de catalanidad, ese enclave ancestral de generaciones y generaciones de masovers, pubilles y almogàvers.

Me gustaría, iluso de mí, que los ciudadanos de a pie se dieran cuenta de una vez de qué clase de prebostes tienen. Espero que, algún día, esta suerte de liberticidas y obsesos particularistas identitarios, que manejan nuestros impuestos para dictar reglamentos lingüísticos y olvidar los verdaderos problemas objeto de su gestión, reciban un merecido castigo, un castigo que tarden mucho tiempo en olvidar.