Vaya chollo están teniendo los medios de comunicación (los medios en general pero, sobre todo y de una forma desmesurada, las televisiones) con el caso del agricultor muerto a finales de julio en las dependencias de la Guardia Civil en Roquetas de Mar.
Como siempre ocurre en estos casos, desde el primer momento todo el mundo dice saber qué ha ocurrido. Hemos tenido la reconstrucción de los hechos en cada telediario; dos semanas después de la muerte ha aparecido una señora explicando que lo vio todo (lo vio todo, pero no salió a los medios hasta que los medios no dieron a conocer la noticia); ministros anunciando que anunciarán sus medidas dentro de unos días; ahora, la asociación de guardias civiles pide al Gobierno, pero a instancias del Gobierno, el cese del director de la Guardia Civil, al tiempo que nos enteramos de que el agricultor muerto se había metido encima todo tipo de sustancias nada inocentes.
Por último, tenemos al elemento freak, el abuelete sacando una pistola de fogueo a pecho descubierto, y tenemos también la exclusiva de la SER de hoy (en la medida en que la SER pueda ser fiable). Todo, con la disputa entre los ministros Bono y Alonso al fondo por ver si Alonso es quien maneja realmente la Guardia Civil y si Bono puede aprovechar para un nuevo numerito populista en cualquier momento.
Como siempre ocurre en estos casos, desde el primer momento todo el mundo dice saber qué ha ocurrido. Hemos tenido la reconstrucción de los hechos en cada telediario; dos semanas después de la muerte ha aparecido una señora explicando que lo vio todo (lo vio todo, pero no salió a los medios hasta que los medios no dieron a conocer la noticia); ministros anunciando que anunciarán sus medidas dentro de unos días; ahora, la asociación de guardias civiles pide al Gobierno, pero a instancias del Gobierno, el cese del director de la Guardia Civil, al tiempo que nos enteramos de que el agricultor muerto se había metido encima todo tipo de sustancias nada inocentes.
Por último, tenemos al elemento freak, el abuelete sacando una pistola de fogueo a pecho descubierto, y tenemos también la exclusiva de la SER de hoy (en la medida en que la SER pueda ser fiable). Todo, con la disputa entre los ministros Bono y Alonso al fondo por ver si Alonso es quien maneja realmente la Guardia Civil y si Bono puede aprovechar para un nuevo numerito populista en cualquier momento.