Con el paso del tiempo, la vida da muchos tumbos, la actualidad también. En enero de 2004, un conocido político catalán se sentó a dialogar con ETA, lo cual produjo una airada reacción en diversas instancias, entre ellas, la del entonces líder de la oposición, que criticó explícitamente esa conducta y afirmó que ello debía tener consecuencias políticas en la Generalitat de Catalunya e incluso en el partido que dirigía el conocido político catalán de marras.
Yo no habría podido creer que poco más de un año y medio después íbamos a tener al que entonces era líder de la oposición alentando el diálogo con ETA por parte de militantes guipuzcoanos de su partido, en aras de una solución al conflicto, como si el conflicto fuese algo distinto y previo al terrorismo etarra.
Claro que tampoco habría podido imaginar que el que hace dos años llamaba gilipollaj integral a Tony Blair iba a estar ahora defendiendo la labor de lucha contra el terrorismo de las tropas españolas en Ajganijtán.
Yo no habría podido creer que poco más de un año y medio después íbamos a tener al que entonces era líder de la oposición alentando el diálogo con ETA por parte de militantes guipuzcoanos de su partido, en aras de una solución al conflicto, como si el conflicto fuese algo distinto y previo al terrorismo etarra.
Claro que tampoco habría podido imaginar que el que hace dos años llamaba gilipollaj integral a Tony Blair iba a estar ahora defendiendo la labor de lucha contra el terrorismo de las tropas españolas en Ajganijtán.